Las mujeres acólitas de carácter instituido ya tienen el visto bueno oficial del Vaticano. Este hecho, que se venía produciendo en el servicio del altar y la procesión desde hace algo más de una década en las hermandades y cofradías de Sevilla y, con más extensión, en el resto de Andalucía; tiene ya la luz verde en el plano instituido de la Santa Sede tras la modificación del canon 230 *1 que ha realizado el Papa Francisco con el motu proprio Spiritus Domini, en la que «admite a mujeres a los ministerios laicales de acolitado y lectorado».
Este hecho se ha ratificado en una carta publicada desde la plaza de San Pedro este lunes 11 de enero y firmada por el Papa Francisco en la que señala que «algunas asambleas del Sínodo de los Obispos han evidenciado la necesidad de profundizar doctrinalmente en el tema -abrir los ministerios a mujeres- , para que responda a la naturaleza de dichos carismas y a las necesidades de los tiempos, y ofrezca un apoyo oportuno al papel de la evangelización que atañe a la comunidad eclesial».
Por ello, la carta firmada por el Papa «acepta» estas recomendaciones, con las que «se ha llegado en los últimos años a una elaboración doctrinal que ha puesto de relieve cómo determinados ministerios instituidos por la Iglesia tengan como fundamento la condición común de ser bautizados y el sacerdocio real recibido en el sacramento del Bautismo; éstos son esencialmente distintos del ministerio ordenado recibido en el sacramento del Orden. En efecto, una práctica consolidada en la Iglesia latina ha confirmado también que estos ministerios laicos, al estar basados en el sacramento del Bautismo, pueden ser confiados a todos los fieles idóneos, sean de sexo masculino o femenino, según lo que ya está previsto implícitamente en el canon 230 § 2»..
Un debate intenso en las cofradías
Con la llegada del siglo XXI comenzaron a verse en los cortejos -y en escasas celebraciones litúrgicas internas- a mujeres con dalmática y alba. A medida que los años han avanzado, numerosas hermandades han ido sumándose a la incorporación femenina a este ministerio de la Iglesia que acaba de recibir carta de oficialidad desde el Vaticano.
Pero a medida que esto sucedía, las hermandades han vivido un intenso debate respecto a esta inclusión. Controversia interna que tuvo su antecedente previo, entre la década de los 80 y 90 con la llegada de las mujeres nazarenas a los cortejos de las cofradías. Hecho que se zanjó definitivamente con la llegada de Juan José Asenjo como arzobispo de Sevilla y que decreto la incorporación a las hermandades que aún no lo habían hecho.
Desde el Vaticano acaba de firmarse otro apunte más para la historia de la Semana Santa de Sevilla que tiene en el acólito uno de sus principales y más antiguos actores desde hace siglos. Ahora también será en el ámbito instituido.